miércoles, 16 de febrero de 2011

PARQUE OLIVAR DEL ZAUDÍN: EL GRAN RETO PENDIENTE


Hace ya dos años que el Ayuntamiento de Tomares, presidido por José Luis Sanz, en lucha contra la Junta y los intereses de los especuladores y de los pueblos limítrofes, consiguió desactivar el tremendo error cometido por la anterior corporación, la llamada Vía Parque, que pretendía abrir una brecha en el olivar del Zaudín, a escasos metros de las fachadas de las viviendas de Aljamar. Esta arteria, recogida en el PGOU de Tomares de 2005, elaborada por el gobierno del PSOE y aprobada por la comisión de Urbanismo de la Junta de Andalucía, destruía definitivamente un ecosistema muy peculiar, el único verdaderamente singular de Tomares, como eran las cuatro lagunas próximas a la calle Rosa de Luxemburgo, que desde hace tiempo están en un nivel de degradación avanzado. La Vía Parque, con más de dos kilómetros de longitud, de varios carriles por sentido, mediana y aparcamientos a ambos lados, separaba irremediablemente Tomares de su parque, destruía decenas de hectáreas del último olivar de Tomares y creaba un muro de polución, de contaminación acústica y estética, y un enorme peligro para la población. La lucha de los vecinos, liderada por la 'Plataforma contra la construcción de la carretera Vía Parque en el Olivar de Aljamar’, ignorada durante el mandato de Antonia Hierro y el resto de su gobierno de mayoría absoluta del PSOE, fue defendida hasta la victoria por el equipo de José Luis Sanz.


Sin embargo, desde que se aprobó la modificación del trazado de la vía, pegándola al club de golf, no hemos vuelto a tener noticias de ella. Y eso es peligroso, porque igual que se modificó, no sin dificultades, podría estar incubándose un nuevo cambio, una vez apagada la movilización vecinal. Ojo, no pretendemos insinuar que tengamos la más mínima noticia en ese sentido, pero a nadie escapa que estas situaciones de indefinición son terreno abonado para que los maniobreros que acechan detrás de cada metro libre de ladrillos consigan modificar una situación que no es la que ellos habían pretendido. Por eso, desde esta ventana en defensa de la ecología y de la calidad de vida de los tomareños, queremos lanzar al aire, y a los responsables del gobierno municipal, estas preguntas: ¿Qué pasa con el Zaudín? ¿En qué situación, en qué momento procesal se encuentra el proyecto, ambicioso y costoso, de la ejecución del nuevo Parque Metropolitano del Zaudín?


Intentaremos encontrar respuesta a estas preguntas en medios cercanos a la Corporación de Tomares o al Partido Popular; en cualquier caso, si alguno de nuestros lectores tuviera esa información, le brindamos este foro para hacerlo llegar a todo Tomares, y en especial a los vecinos de Aljamar, los más interesados.


jueves, 3 de febrero de 2011

UN NIÑO, UN ÁRBOL


Este blog ha recibido, dos años después de la última entrada, un comentario de una vecina de Tomares quejándose de la falta de movimiento por parte de los colaboradores de “Tomares Verde”. Y lleva razón: en estos dos años hemos vivido en un torbellino profesional y vital que nos ha alejado de nuestro Tomares físicamente, aunque nuestros corazones siempre ha mantenido allí sus raíces. Pero el torbellino ha dado la vuelta completa y aquí estamos de nuevo, en cuerpo y alma.

Y la comentarista nos apunta la que puede ser la noticia más relevante de estos meses para nuestro sentimiento verde. Porque esa campaña del Ayuntamiento, “Un niño, un árbol” , es una de las ideas más bonitas desde el punto de vista medioambiental.

Es evidente para cualquier vecino que la actual Corporación Municipal ha plantado muchos más árboles que los que suponen esa campaña, en los varios parques que han aparecido en estos años, pero cada uno de los árboles de la campaña es una semilla sembrada en varios corazones, la familia de cada niño o niña, que se va a regar con el amor a ese niño, y que va a fructificar enseñando a conocer y a amar el alma que hay en cada árbol, en cada planta. Puede sonar terriblemente cursi, de acuerdo, pero es una realidad que esas familias amarán a “su” árbol, y por extensión, respetarán todos los árboles. Eso es Educación Medioambiental, con mayúsculas.

Enhorabuena, Tomares.